Ayer, visité el museo cementerio San Pedro.
Nunca antes había ido a un cementerio, y sin duda alguna eso influyó mucho en la impresión que dicha visita me generó.
Leer las frases que las personas dejan a sus muertos, ver las fechas de las muertes, y a una señora que con tres golpes en la lápida pretendía llamar a su ser querido para que viniera del más allá, o tal vez del más acá, produjo en mi un sin número de sentimientos encontrados entre los que predominaban las ganas de llorar…
Pude ver varias bóvedas vacías y destapadas y eso me hizo pensar en que tarde que temprano todos vamos para «el hueco», como dicen por ahí. Es como si la soledad de aquellas tumbas hablaran y le dijeran a quien las ve sí sabe lo que realmente es la muerte…
Muerte no es estar en un «cajón», muerte es tener el cuerpo vivo y un alma llena de desiluciones, como se que la tienen algunas personas, que queriendo estar vivas hoy están muertas.
Pd. La foto aquí.