Cumbre de Global Voices – Santiago de Chile 2010

Como lo expresé con motivo de los sus 5 años de Global Voices publicando contenidos, me encanta lo que desde allí se hace. Entre otros motivos, porque se trata de un equipo humano maravilloso que aporta desde sus propias construcciones de vida, y cantidad de países y culturas, a la idea de un mundo que habla y que podemos escuchar bastando para ello el simple deseo de hacerlo. Eso, en un mundo en el que priman las prisas y las ausencias, ya es totalmente significativo.

Mi contacto con GV inició como participante del proyecto HiperBarrio en La Loma (auspiciado por ellos), y en varios espacios he sido reiteerativa al expresar que  el hecho de que tradujeran nuestros escritos, transformó la visión de mundo de muchos en un barrio periférico de Medellín. Sí, de muchos pero ya que soy quien escribo esto, la mía también en una forma realmente sorprendente. Basta pensar en el hecho de que ahora a través de un blog tengo un lugar en el mundo, y que escribir para el sitio de Global Voices, me representa todo un encuentro con las realidades de mi país. Claro, sin obviar el hecho de que pueda leer en mi idioma una historia de Irán, por ejemplo, gracias a la labor magnífica de los traductores voluntarios.

Como ven, son muchos los afectos por la comunidad de GlobalVoiceros. Pero sin duda alguna, ellos se acentuaron cuando en 2008 pude asistir a la Cumbre que se realizó en Budapest. Creo que hablar al respecto está demás, porque sencillamente fue algo que dió mas vida al deseo de seguir construyendo en compañía de otros, la idea de unos contenidos locales que pueden ser leídos por una audiencia global.

En aquella ocasión escribí sobre muchas cosas que finalmente no le hacen justicia a lo maravilloso de la experiencia: hablé de sueños, de lo chévere de ver tantas culturas juntas y de detalles de esos que dan magia a la vida, como el conocer personas encantadoras y confirmar que sin importar lugar de procedencia, somos seres humanos que piensan y sienten. Sin duda alguna, la apuesta de Global Voices es innovadora y transformadora, y representa una experiencia exitosa de trabajo en equipo. Basta ver las sesiones internas durante dos días, en la cumbre de 2008, para confirmarlo: El equipo de Asia, hablando de sus propias realidades con el equipo de Latinoamérica. (Definitivamente, un verdadero trabajo en red)

Este año la Cumbre será en Santiago de Chile y las expectativas son muchísimas. Tal vez no les hago honor si las resumo en las palabras «aprender y compartir» de lo que todos tenemos por decir. También como lo dice Gabriela (a quién tuve el placer de conocer en Lima), tendrá su encanto el poder encontrarme nuevamente con quienes conocí en aquella ocasión y encontrarse con otros a quienes me he acercado a través de sus posts. Además, hay algo que me motiva bastante y es saber que seguramente no estarán tan manifiestos algunos temores de la vez pasada (frente al escuchar y hablar Inglés por ejemplo). Aquella era además la primera vez que salía del país, así que hubo factores que incidieron en que a mi me quedara un sinsabor. Si, muchos pueden decir «de qué te quejas si tuviste la oportunidad de ir», pero a mí me hubiese gustado hacerlo mucho mejor: Participar mas cuando se generaban debates sobre cultura o censura en internet, por poner un caso, y conversar mas con todo los asistentes (para aprender mucho mas obviamente); así que en esta ocasión voy con el firme propósito de participar mas de los tópicos que sé surgirán, al igual que de disfrutar de la genialísima premisa: «I can teach, I want to learn».

Ya lo había dicho antes: Si Global Voices no es grande… que alguien se atreva a decirlo! 🙂